2. Creemos en la autenticidad plena de los 66 libros que componen el canon de las Sagradas Escrituras y que constituyen la Palabra inspirada e infalible de Dios; suficiente y única norma de fe y conducta. 2 Timoteo 3:15-17.

 

3. Creemos en la Deidad de nuestro Señor Jesucristo, el Hijo de Dios, que siendo el Verbo Eterno, se hizo hombre y habitó entre nosotros; su vida inmaculada, su muerte vicaria y expiatoria a través de su sangre derramada en la cruz por todos los pecados de los hombres, su resurrección corporal, su ascensión a los cielos, su intercesión mediadora. Juan 1:1, 14; 1 Pedro 2:24; 3:21b-22; 1 Timoteo 3:16.

 

4. Creemos en el arrebatamiento de la iglesia que ocurrirá cuando Jesucristo regrese por los suyos, en ese momento los que hayan muerto siendo salvos serán resucitados primero y trasladados juntos con aquellos creyentes que se encuentren vivos, para estar con el Señor por la eternidad. Este acontecimiento puede ocurrir en cualquier momento y será antes de la gran tribulación. 1 Cor. 15:20;  15:51-52; 1 Tes. 4:16-17.

 

5. Creemos en la segunda venida de Cristo en gloria y su reino milenial. Esto será cuando el Señor regrese con sus santos a la tierra para establecer su reino físico y visible por mil años. Isaías 11:6-9; Salmo 72:3-8; Miqueas 4:3,4; Apoc. 20:1-6.

 

6. Creemos en la resurrección de los muertos: los creyentes fieles a su resurrección de vida eterna y los incrédulos a la condenación eterna. Juan 5:28,29; 1 Cor. 15:1-58.

 

7. Creemos que el hombre es salvo y justificado de su pecado, culpabilidad y condenación sólo y únicamente por la gracia de Dios, por medio de la fe en Jesucristo como Señor y Salvador personal; sin distinción de persona, raza, color, lengua o nacionalidad.  Efesios 2:8-9; Hech. 4:12; Rom. 3:24.

Y que Jesucristo es el único Señor, Salvador y mediador entre Dios y los hombres, y solo en Él, éstos encuentran salvación y la regeneración por medio del Espíritu Santo. 1 Tim. 2:5; Hech. 4:12.

 

8. Creemos en el bautismo con el Espíritu Santo como una experiencia personal posterior al nuevo nacimiento con el fin de empoderar al creyente para ser testigos de Cristo. Hechos 1:5,8; Hechos 2:4; 11:15-16. Por lo que el creyente debe sujetarse al control del Espíritu Santo que mora en él, capacitándolo para vivir una vida santa y dándole poder para amar y servir a Dios y al prójimo. Rom. 8:1-14; Tito 3:4-7.

 

9. Creemos en guardar y proteger la unidad espiritual de todos los creyentes regenerados por el Espíritu Santo, que forman la iglesia (Juan 17:21-26; 1 Cor. 1:10; 12:12) y que ésta es una institución divina, también llamada el Cuerpo de Cristo. Efe. 5:23; Col. 1:18. Y que la tarea más transcendental dada a la iglesia y a cada creyente en particular, hasta que el reino de Dios sea evidente en todos los confines del mundo, es el de evangelizar y hacer discípulos en todas las naciones. Mat. 28:19,20; Mar. 16:15.

 

10. Creemos en el bautismo en agua por inmersión, en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Mat. 28:19; Hech. 8:12; 35-39. En la sanidad divina. Isa. 53:4,5; Mat. 9:35; 12:15; Hech. 10:38; Stgo. 5:14-16. Y en la existencia de los ángeles:

1. Ángeles que operan a favor del reino de Dios. Gén.19:1; Luc. 1:11-13; Hechos 12:6-11.

2. Ángeles que operan a favor del reino de las tinieblas. 2 Ped. 2:4; Judas 6.